Viajamos al sur con la idea de intentar subir el Volcán
Villarrica. Para esto revise la ruta publicada andeshandbook, así como ver una
que otra publicación sobre el ascenso a este volcán. Supimos que la primera
barrera seria superar los controles de la CONAF, así que necesitábamos crampones,
piolet y casco como mínimo. Teníamos todo y solo tuvimos que arrendar crampones
universales para Vanessa (3000 pesos en aguaventura en Pucón).
En un principio los guardas parques solo me dejarían ingresar
a mí, pues yo tenía carnet federado (vencido) y Vanessa no tenia. Luego de indicarle
que ya llevábamos tiempo practicando montañismo juntos y que yo había hecho el curso básico
de montaña en la ENAM el 2016, solo mostrándole el diploma de este curso es que
nos dejaron pasar a ambos.
Comenzamos en ascenso desde el centro de esquí a eso de las
9:30am. Caminamos por el sendero bajo el andarivel abandonado mas alto y que se
ve.
Demoramos cerca de 1 hora llegar este punto donde los guardas
parque de la CONAF nos volvieron a chequear que estuviésemos inscritos en el
control de entrada al parque. Luego de conversar e indicarnos que éramos los últimos
de las 100 personas que subían ese día, además de indicarnos que estábamos justos
en el tiempo para poder llegar a la cumbre. Nos apresuramos a subir.
Yo había llegado a este punto en Septiembre del año 2014,
pero hay que destacar que con nieve el paisaje cambia drásticamente.
Seguimos caminando por un sendero bien marcado hasta el
sector de la Capilla. Aquí el sendero tuerce en dirección a la cumbre. Desde aquí
se ve el glacial y el tramo final que se debe superar para llegar a la cumbre.
A primera vista se ve lejos, pero no es tanto como pareciera.
En esta parte encontramos los primeros rezagados. Justo
antes de pasar el glacial nos colocamos los crampones y no los sacaríamos hasta
casi llegar a la cumbre.
Cruzamos el Glacial y nos encontramos con un guía que estaba
en esa zona, además de otros montañistas. Tuvimos un pequeño problema con la regulación
de los crampones arrendados que tuvimos que arreglar en esta parte.
Luego seguí animando a Vanessa para que no desistiera, ya
que a pesar de avanzar lento aun teníamos chances de llegar a la cumbre, pues
el día era claro y nítido. Aquí comenzamos a tener algunas caídas de piedras y
hielo de la parte superior. Lo que le dio un aire mas de tension al ascenso.
Casi llegando a los 2600m nos encontramos con varios
turistas con sus guías lo que iban bajando por una ladera nevada. Aquí nos
sacamos los crampones y seguimos la huella hasta la cumbre del volcán.
En esta zona el olor a azufre se hace notorio, lo que nos
invitó a pasar unos pocos minutos en la cumbre y dejar la celebración y contemplación
del paisaje para más rato.
Comenzando el descenso preferimos seguir la misma huella de
ascenso ya que no teníamos pantalones impermeables como para haber bajado con
la técnica de autodescenso.
Descendimos algo lento pero en forma segura, ya una vez que
cruzamos el glacial nos relajamos un poco más. Mirábamos hacia abajo y ya no veíamos
a nadie más en el volcán. Aquí encontramos unos senderos arenosos y blandos
que nos permitieron hacer un descenso mucho mas descansado para los pies.
En resumen nuestro ascenso tomo cerca de 5 horas y nuestro
descenso 3 horas.
Ahora seguro que la próxima vez que subamos intentaremos
algo distinto.