viernes, 30 de septiembre de 2016

Escocia, Día 7. “ultimo día” EDINBURGH –EDIMBURGO!!!!!!!

Salimos temprano desde Dunfermline con la intención de aprovechar al máximo el día en la ciudad de Edinburgh. Vanessa había reservado un Hostal el primer día que llegamos a Escocia, por lo que pudimos dejar nuestro equipaje ahí temprano y comenzar a disfrutar de la ciudad.
Comenzamos visitando el Parlamento Escocés, el cual no es muy grande pero les da cierta autonomía como región en algunas áreas.  Pero en lo principal estaba bajo el alero de Londres.
En el parlamento vimos una exhibición fotográfica de Harry Benson sobre E.E.U.U.  La exposición era excelente y la calidad de las fotos de nivel mundial, fue una grata sorpresa encontrarse con esta.

Desde aquí fuimos subiendo por The Royal Mile y luego la High St. En dirección al castillo de Edinburgh. Estas calles estaban parcialmente cerradas debido al festival cultural Fringe (https://www.edfringe.com). Aquí logramos ver con Vanessa Magos, Cantantes, Mimos, y otros tipos de shows callejeros. Sin duda daba para estar todo el día pues cada montaje invitaba a permanecer unos minutos atentos a él.
Llegamos luego a la Camera Obscura. Famosa atracción de ilusiones ópticas, en donde incluso había un cartel en donde si uno no quedaba satisfecho con el show, te devolvían tu dinero. Le consulto al encargado sobre si era real este anuncio, el mismo me indico que solo dos personas dentro de miles habían salido insatisfechos de este lugar. Esto me dio mas confianza para entrar.
Dentro tenían distintas atracciones muy novedosas, entre las que más nos gusto fue un túnel giratorio, la cámara térmica, los juegos de ingenio, las ilusiones de espejos, la fotografía de sombra, el laberinto de espejo, etc.
Sin duda fue una buena visita y salimos más que emocionados de ella.
Ya quedando los últimos minutos en la tarde, paseamos de noche por la calles de Edinburgh. Comimos nuestro últimos Kebab de aquí y miramos con nostalgia todo lo bien que lo pasamos en este país. Nunca pensé encontrar tantas cosas buenas en un viaje, así que no me queda más que agradecerle a Vanessa por la gran idea de venir a Escocia.

Ya en la mañana del 23 de agosto teníamos que ir temprano al aeropuerto para viajar a París. Alcanzamos a dar una vuelta por el centro nuevo con esa sensación de tener que partir sin querer hacerlo.

Por último y para cerrar esta serie de relatos, esta una de las pocas fotos de los protagonistas de este viaje. Esto fue en el monumento  de William Wallace en Stirling.

Espero que alguna vez se animen a viajar a Escocia y si necesitan algún dato o información siempre estaremos felices de colaborar.


Las fotos son de cortesía de Vanessa Valenzuela.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Escocia, Día 6. Castillo de Stirling, Doune y Campbell, Monumento Nacional de William Wallace.

Salimos temprano camino a Stirling llegando ahí a eso de las 9:00AM. Entramos rápidamente antes de encontrarnos con grandes aglomeraciones de visitantes que ya veíamos venir.
Este castillo pose mucha importancia dentro de la historia de Escocia. Ya sea por ser el lugar de los hechos donde Escocia lucho por su independencia varias veces. Destacándose los nombres de William Wallace y Robert Bruce. Aunque si creen que las cosas ocurrieron como lo muestra la película “Corazón Valiente”, deben tener presente que no fue tan así, y que esta película básicamente está basada en relatos románticos y no fidedignos de la realidad.
Esta parte del viaje fue un verdadero manjar para nosotros, pues ya venía con la experiencia de los días posteriores visitando distintos lugares históricos, por lo que llegar finalmente a este Castillo tuvo un sabor especial.
La entrada al castillo está dominada por la estatua de Robert Bruce, quien diría históricamente tuvo mayor relevancia que William Wallace en la búsqueda de la independencia de Escocia.
Este castillo cuenta con una sección interactiva, que enseña cómo era por ejemplo el tráfico de mercancías de la época antigua, así como la vestimenta.

Saliendo desde el castillo con la sensación de haber cumplido nuestro cometido, seguimos en dirección al conocido castillo de Doune.

Este castillo cuya carcasa esta en bastante buen estado, hace que sea usado como escenario para películas y series como  Game of Thrones, Outlander y  Monty Phyton.
Se nos hacía muy sencillo ir de un lugar a otro gracias al GPS y finalmente teniendo como única limitante el tiempo. Creo que esta sensación de ir literalmente contra el tiempo tiende a influir directamente con la profundidad e intensidad con que uno realiza cada visita.

Dentro de nuestra espontaneidad cuando íbamos manejando hacia otro castillo, sentía tanto sueño  al igual que Vanessa ya iba prácticamente durmiendo al lado mío. Fue que seguí unos carteles que decían algo de Wallace. Siguiendo estos fue como llegamos al Monumento Nacional de William Wallace.
Nos estacionamos y comenzamos a subir por el cerro en donde estaba el monumento. Al llegar arriba nos encontramos con una representación histórica de lo que era la lucha entre escoceses e ingleses. Destacando la rebeldía de hombres como Wallace frente al dominio Ingles.

Aquí pagamos para poder ingresar al monumento en donde tenía como principal atractivo la exhibición de la espada de William Wallace. La historia sobre la espada cuenta que una vez que a William Wallace lo apresaron con la ayuda de algunos nobles escoceses, esta espada quedo en el lugar de su prisión, mientras que el fue llevado a Londres donde terminaría siendo sacrificado.
Además este monumento tiene una vista privilegiada sobre la ciudad de Stirling. Siendo un buen punto para entender como fue la conocida batalla de Stirling.
Una de las secciones del monumento también está dedicada a distintos personajes que en tiempo modernos enorgullecen a Escocia. Me refiero a hombres como Robert the Bruce, Adam Smith, James Watt, John Knox, etc.

Después de salir del monumento de William Wallace, nos dirigimos a la ciudad de Dollar, en búsqueda del Castillo Campbell.
Este castillo enclavado justo en lo alto de una quebrada y con un camino en muy mal estado, nos pedía llegar a él a pie. Bajamos del auto y tuvimos que correr colina arriba pues a las 17:30 hrs cerraban el castillo.
Alcanzamos a llegar a eso de las 17:20 hrs y fuimos los últimos visitantes en entrar. Dimos una vuelta por los distintos salones llegando hasta la parte superior del castillo para apreciar la vista de la ciudad de Dollar y el resto del valle escocés que se presentaba ante nuestros ojos.
Luego de visitar el castillo bajamos por el rió que marcaba el centro de la quebrada. Entregándonos esos sonidos naturales tan hermosos y que a veces nos parecen de mentira.

Desde aquí salimos en dirección a Dunfermline para pasar la última noche antes de volver a Edinburgh.

Las fotos son de cortesía de Vanessa Valenzuela.

martes, 27 de septiembre de 2016

Escocia, Día 5. Fairy Pools, Fort William, Glencoe.

Nos levantamos temprano a eso de las 7:30AM. Para ir a ver las conocidas cascadas y tazas denominadas Fairy Pools. Caminamos por un sendero muy bien marcado con el aire fresco de la mañana y con las montañas de Cuillin de fondo. Haciendo de la vista un paisaje encantado.
Recorremos este arroyo para llegar al sector de pozas y pequeñas caídas de aguas, en donde se ven distintas formas de cómo el agua ha erosionado la roca por la cual transcurre. A esto le sumamos cambios de colores los que si se acompañasen de una puesta de sol, podríamos ver un gran escenario.
Fairy Pools sería nuestra última visita en la Isla de Skye. Desde aquí partimos hacia Fort Williams.
Es algo raro llegar a Fort William, teniendo en cuenta que es una ciudad relativamente grande. Como ya estábamos acostumbrado a pasar por pequeñas ciudades,  estar aquí nos genera una extraña sensación de pequeñez.
Esta ciudad posee un comercio muy activo, la cual es conocida como la ciudad de deportes Outdoors de Escocia. Cerca de aquí existen varios centros de esquíes y muros de escalada. Existiendo incluso un muros de escalada en hielo indoor.
Desde esta ciudad es posible ver el cerro más alto de Escocia y del reino unido, el cerro Ben Nevis de tan solo 1.345 m.s.n.m.


Aquí visitamos el museo de Fort William la ciudad que posee la entrada liberada y que explica muy bien los distintos hechos históricos por lo que ha pasado esta región.
Seguimos en dirección a Glencoe, lugar también conocido por sus montañas y desde donde se pueden ver hermosos cordones de cerros.  Este lugar es particularmente recordado por nosotros por la gran cantidad de mosquitos que encontramos. Podría decir que es el lugar con mayor cantidad de mosquitos que he visto en mi vida.
La sensación de esta nube de mosquitos a nuestro alrededor era detestable e incomodo a más no poder. Creo que con Vanessa llegamos a tener problemas casi psicológicos por al menos un par de días después, en donde ya sin haber mosquitos aun los sentíamos sobre nosotros. Además dejarnos muchas picaduras las que nos acompañaron por lo menos una semana después de pasar por este sector.
Sin duda esta anécdota es la más recordada por nosotros.

Luego del ataque de mosquitos que sufrimos, el hermoso paisaje por el que pasamos fue difícil de disfrutar, pues aun en el auto tuvimos mosquitos durante varios minutos a pesar de viajar con todos los vidrios abajo. Sencillamente es terrible recordarlo.

Nos quedamos camino a Stirling, lugar que visitaríamos al siguiente día.

Las fotos son de cortesía de Vanessa Valenzuela.

Escocia, Día 4. Isla Skye, Castillo Eilean Donan, The Storr y Kilt Rock.

Después de alojar en Gairloch, continuamos nuestro viaje al sur en dirección a los pueblos de Torridon y de Shieldaig. Desde donde preferimos tomar la ruta más larga pero bonita hacia la isla de Skye. En realidad bordeamos todo la ribera enfrente de la isla Skye pasando por Applecross.
Los paisajes durante este trayecto son sublimes y nos dan la impresión de estar dentro de un mundo fantástico. Casi como si no fuésemos a encontrar con algún personaje de El Señor de los Anillos o de Game of Throne.
El matorral rastrero hace ver claramente las formas del relieve y este acompañado de todos los pequeños lagos y senos nos generan una fascinación absoluta.

Seguimos dirección al conocido Castillo de Eilean Donan. Este castillo es conocido por encontrarse en una pequeña isla. En su ubicación también radica la importancia del mismo. En un principio yo desconocía este Castillo pero al verlo y ver aquel puente que lo une actualmente con Escocia, no hace más que embellecer el paisaje. Haciendo de este castillo un punto recurrente de filmaciones, documentales, película y series.
Al verlo, destaca su estructura, haciéndose notar su relativa nueva reconstrucción de principios del siglo XX.
Desde este castillo viajamos hacia Kyle of Lochalsh para cruzar el puente de Skye y así ir a la isla del mismo nombre.
En la conocida isla de Skye existen panoramas por lo menos para quedarse una semana. Lamentablemente y como fue constante en nuestro viaje el tiempo jugaba en contra nuestra. Teníamos casi un día para visitarla, por lo que preferimos ver la conocida formación llamada The Storr. 
Esta se ubica al noreste de la isla y al llegar aquí quedamos maravillados con la vista de las rocas, los lagos y el horizonte con islas a lo lejos; me dejan al menos por unos minutos en silencio (Vanessa es testigo de esto aun que quizás no lo recuerde :)).
La formaciones rocosas son una tentación para cualquier escalador, aun que para poder verlas de cerca se debe caminar un poco desde el camino.

Luego por la misma costa oeste y un poco más al norte esta Kilt Rock. Un mirador privilegiado con una cascada a su lado y con vista a los acantilados clásico del reino unido. Al mirar por la baranda y asomarme un poco al borde, me dan ganas de bajar con rapel para explorar las paredes. Aun que lamentablemente no tengo el equipo técnico y el día con lluvia solo nos deja estar aquí un instante y nos hace volver rápidamente al auto estacionado cerca antes de empaparnos.
 Tomamos el auto y continuamos a pasar la noche cerca de Fairy Pools, la cual veríamos al otro día temprano antes de despedirnos de la isla Skye.

Las fotos son de cortesía de Vanessa Valenzuela.

martes, 20 de septiembre de 2016

Escocia, Día 3. Loch Ness, Urquhart Castle, Inverewe Gardens, Gairloch.

Después de pasarlo increíblemente bien en Pitlochry y cuando pensábamos que no podía ser mejor la vida, llegamos a Inverness para luego seguir al mítico Lago Ness (Loch ness).


Este fascinante lugar siempre llamo mi atención por las historias de Nessie  y por lo lejos que estaba de Chile. Es un hecho que si alguien aquí dice que fue a Escocia te preguntan; Ohhh hermano y vistes el monstro?  Shaaa no pasa nada, nunca salió a tomar sol (ejemplo de clásica conversación de pasillo).

En el Lago Ness visitamos el Castillo de Urquhart, donde vimos un vídeo sobre la historia del castillo que fue más que interesante, por un segundo me sentí como en Jurassic  Park. 


Fue una suerte llegar de los primeros al castillos, ya que era tan agradable visitar las ruinas del castillo con tan poca gente, al igual que fue ver el Castillo de Elcho o el de Huntingtower. Pero para nuestra mala suerte, este castillo es muy codiciado por los turistas y ya transcurridos unos 30 minutos la aglomeración se hizo evidente. Sobre todo cuando tratamos de subir a la torre en donde debíamos hacer fila para subir y bajar por la angosta escalerilla.
Aquí Vanessa cumple su sueño de ver de cerca a un escocés. Aun que para ser honestos, si tuviese que pelear contra él me haría unas hawaianas, con diseño escocés por supuesto.


Este castillo era uno de los más importantes de la zona. Su posición estratégica lo hacia vital tanto para los que lo tenían en su poder, como los que le querían conquistar.  Incluso existe una réplica de catapulta como las que se usaron en las batallas de aquellos años.


Luego tomando rumbo al oeste fuimos a Inverewe Gardens, uno de los jardines botánicos mas nórdicos del mundo. Este se encuentra ubicado muy cerca de Gairloch. Sin duda su propaganda es mejor que la realidad, ya que a mí y a Vanessa nos dejo con gusto a poco. Siendo destacable la parte de hortalizas y arboles frutales. Ya que no todos los días se ve tantas variedades de hortalizas juntas.


Esta área de norte de Escocia es conocida como las Tierras Altas (Highlands). Es de esta zona donde provienen los míticos Highlanders.  Esto acompañado de que el paisaje cambiaba drásticamente al estilo montañoso, hacia de esta parte algo inolvidable.



Durante todos estos trayectos la carretera era de solo un carril, habiendo lugares específicos para adelantar (Passing place). Esto generaba una conducción con un grado más de atención que lo normal.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Escocia. Dia 2, Castillos de Elcho, Huntingtower, Scone palace, Stanley Mills y Pitlochry

Saliendo desde St Andrews, nos quedamos cerca de Newburgh; a escazas millas de Perth.  Fue así como salimos de la región de Fife y entramos a Perthshire.
Según lo acordado el día anterior visitaríamos el castillo de Elcho, el cual era nuestro segundo castillo por visitar después de haber estado en el castillo de Edinburgh. Esta visita fue fantástica para mí, este castillo estaba casi vacío de visitantes y además de hacer más agradable esto; converse con la encargada de los ticket. Ella me recomendó comprar un ticket global por  £ 30 y con él, podríamos visitar 3 días cualquier castillo que estuviese en el convenio, dentro de los próximos 5 días hábiles. Por eso haciendo un cálculo rápido, de lo que queríamos ver y nuestro tiempo nos resulto conveniente. Se debe tener en cuenta que la entrada a un castillo conocido como Stirling o Edinburgh cuestan por si solo  £15, y además teníamos entradas para ingresar a varios otros castillos cuyas entradas oscilaban cerca de los £8.


Visitando el castillo de Elcho se puede tener una idea de cómo vivían los nobles,  personas adinerados de aquellos días. Bellos detalles en sus recamaras y adornos demostraba la clase que eran.

Luego de una hora de visitar este castillo, nos dirigimos al castillo de Huntingtower. Cuya estructura estaba bien preservada y a pesar de que este castillo fue construido en dos etapas distintas, ambas se combinada de forma natural. Este castillo también tenía pocas visitas, incluso la encargada de este, nos comentaba que éramos al menos los primeros chilenos de esta temporada 2016. A este castillo ingresamos con el mismo ticket global que habíamos comprado ese mismo día en la mañana en el castillo de Elcho.

Luego rápidamente dimos una vuelta a la ciudad natal de Ewan McGregor, Perth. En donde también destaca la figura de  John Knox.


Saliendo de Perth, pasamos por el Scone Palace. En donde su majestuosa entrada solo nos adelantaba de los hermosos alrededores que posee y que nos remonta épocas en donde los palacios reinaban en Escocia.    

Luego fuimos  Stanley Mills, antigua fábrica de lana que tenia la particularidad que estaba situada a un costado del rio Tay, usaba la fuerza del agua para hacer funcionar sus maquinarias.  Este lugar representa en muchos aspectos lo que la revolución industrial significa (grandes maquinas, trabajadores hacinados, menores de edad trabajando, dependencia de la industria, etc).

Finalmente nuestro día, finaliza en la pintoresca ciudad de Pitlochry. Ciudad conocida por su festival de teatro y por la hidroeléctrica cercana a ella. Esta ciudad nos gusto mucho.  Aun que básicamente era una sola calle central, su arquitectura invitaba a quedarse más tiempo.



Fue aquí donde por primera vez probamos los Fish and Chips. Plano que nos repetiríamos varias veces más tarde.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Escocia, Día 1 . Segunda parte. St. Andrews

Salimos desde Edinburgh a eso de la 16:00hrs, El día era perfecto para comenzar nuestro viaje soñado por Vanessa y si bien fui un poco escéptico de las bondades de Escocia en un principio, diría que también era soñado inconscientemente para mí.  

Aquella sensación de comenzar un viaje  a lo desconocido es ambivalente. Por un lado está la emoción de no saber que esperar y al mismo tiempo la incertidumbre de lo que vendrá.

Tomamos con toda esta adrenalina el auto y conducimos fuera del centro de Edinburgh para comprar en un supermercado algo para comer durante el camino. Es digno de destacar la diferencia de tamaño entre los supermercados en Chile y Escocia. Siendo mucho más pequeños en Escocia,  aun que no encontrando tanta gente comprando en ellos, ni extensas filas antes de pagar en caja. Lo que hacía esto un trámite mucho más agradable que en Chile.


Manejamos por la ruta A90 cruzando el gigantesco puente de Forth Road Bridged y enseguida tomamos dirección a St. Andrews por la ruta M90. Cruzando el puente con nerviosismo por ser los primeros kilómetros en autopistas,  nos encontramos con un tráfico lento y a minutos detenido, producto de arreglos en los camino. Aunque debo resaltar lo ordenado que son para manejar ene Escocia, lo que facilita la conducción para un conductor nuevo en estas latitudes.   


Durante el trayecto a St. Andrews vimos el clásico paisaje de las lowlands (tierras bajas), que uno espera de ver en Escocia. Este paisaje campestre de suaves lomas, cubiertos principalmente con pasturas y ovejas. Nos remonta a un mundo afable y tranquilo que relaja la vista y nos hace olvidar del ajetreo de la ciudad de Edinburgh.
Una vez llegando a St. Andrews nos percatamos que después de las 6pm, los estacionamientos son libres de pago. Por lo que decidimos recorrer la ciudad a pie.
Caminamos en dirección al borde costero y en un principio una ciudad que parecía grande, resulto ser más pequeña y acogedora de lo que pensábamos. Era interesante y hermoso como cada casa está bien construida y muchas casa parecía pequeños castillos, lo que demuestra per se la historia de todo un pueblo.


La ciudad la cruzamos en breves 20 minutos desde la Universidad de St. Andrews llegando a las ruinas de la antigua iglesia de St. Andrews.



Esta iglesia que mira hacia la ciudad por un lado y por el otro hacia el mar del norte (frente a Dinamarca).



Acabándose la luz natural, pasamos a un clásico hotel  de la ciudad a la hora del té. Un hotel que si bien no era lujoso sino más bien algo antiguo, nos permitió disfrutar de comodidades ya olvidadas. Así como también de programar lo que haríamos al siguiente día y como afrontaríamos los retos del mañana.

martes, 13 de septiembre de 2016

Escocia. Día 1, Edinburgh

Llegamos a Edinburgh (Edimburgo) en la noche del 15 de agosto.  Nuestro vuelo proveniente de Paris salía tarde y producto del cambio de hora ganamos una hora (respecto a Paris) lo que fue una sorpresa para nosotros.

A nuestra llegada al aeropuerto recogimos el auto que arrendamos por internet; y gracias a la brillante idea de Vanessa solicitamos un GPS.  El cual fue fundamental tanto para moverse por Escocia, así como para encontrar servicios y atractivos durante el trayecto (ej: Castillos, B&B, Iglesias, etc.)
La primera noche nos quedamos en la periferia de la ciudad. Queríamos evitar complejidades el primer día, pues traíamos mucho cansancio acumulado. Ese día veníamos viajando desde Turín y luego fuimos a Paris; y desde ahí a Edinburgh.

Sobre el manejar como los ingleses sin duda era algo nuevo para mí, sin embargo resulto ser más fácil de lo que esperaba. El cambio y los pedales del auto seguían iguales y lo único que cambiaba era la ubicación del volante en el auto (al lado derecho).  Quizás lo más difícil era aceptar el circular por la izquierda, teniendo la sensación de que iríamos a colisionar de frente con el otro vehículo. El tratar de interiorizar esto era lo más complicado de asumir.


El 16 de agosto visitamos el centro de Edinburgh, buscar estacionamiento fue una odisea. Finalmente encontramos un estacionamiento cerca del Castillo de Edinburgh, que nos costó
 £
17 (como 15.000 CLP) por cuatro horas.

Tuvimos ese tiempo para visitar el castillo de Edinburgh, donde sus imponentes muros y su ubicación impresionan a los turistas y viajeros. Los bordes de los muros así como los techos del castillo, nos elevan a otro mundo; a un mundo del pasado en donde están vigentes los caballeros, los títulos, las princesas y la nobleza por nombrar algunos. Son estos muros silenciosos y vivos testigos del sangriento pasado, lleno de batallas y derramamiento de sangre que se acumulan durante siglos.  Al cruzar los pórticos del castillo, nos trasladamos a tiempos en donde el mundo se regía por otras leyes.
El sin fin de detalles que alberga el castillo de Edinburgh, demuestra la laboriosa construcción y proceso por el cual pasó. Desde tiempos en donde el castillo era la unidad fundamental de la organización de la ciudad, así como punto neurálgico en la toma de decisiones históricas.  Además queda latente como los reyes querían demostrar su poder y clase haciendo adornar las distintas recamaras y salones dentro del castillo, en donde aun reposan las joyas de la corona escocesa.


Al estar aquí, sin duda me trae recuerdos de aquellos cuentos clásicos medievales. Tiempos en donde príncipes y nobles caballeros eran protagonistas de la historia. Casi podría pensar por un minuto que salgo del mundo real y haber entrado en un libro de cuentos.


Estuvimos cerca de dos horas visitando las distintas secciones del castillo, un tiempo breve para cuan magna estructura.