viernes, 30 de julio de 2010

La justicia y ciudad

Según Platón, en su texto La República. A la cual hace alusión a la ciudad ideal, donde ella misma es construida en base a la racionalidad del hombre. Dando nociones de la perfección que representa la ciudad, trata de explicar la importancia de las ideas en la construcción de la realidad de la ciudad.

La justicia como concepto siempre apunta al bien, ya que según Platón nuestros origen corresponde a lo ideal, Por ende la justicia persigue siempre el bien, aun que de igual forma siempre se llega a errar.

Si tuviésemos que definir en que es la justicia, algunos dicen que es a cada cual lo que le corresponde. Por eso que la justicia no es igual para todos, ya que la misma sociedad se encarga de entregar distintas tareas, responsabilidades y otras características a cada persona la cuales influyen en su propia justicia. Justicia, seria también la ciudad de los justos. Una ciudad perfecta. En la cual los diferentes dioses nos proveen de un valor, tal como una semilla produce cierto tipo de planta. En esta ciudad determinada en parte por los dioses (Aun que para mi gusto, gran parte de la sociedad esta determinada por el carácter de las personas; el cual va trascendiendo la generaciones en forma sucesiva). Existen distintos niveles, muy parecidos a las clases sociales. En donde destacan los reyes (representando la prudencia personificado en un filosofo), los guardianes (representado la valentía, la fuerza, el rigor los que se ven personificado en científicos, gimnastas y músicos) y los campesinos (representando la templanza en forma de poesía para satisfacer las necesidades concupiscibles). Estos niveles se conoces como el comunismo platónico, en donde se obvia la propiedad privada.

En esta ciudad las ocupaciones de los habitantes son otorgadas y explicadas en forma muy similar al mito de la linea (sol y caverna). En donde por una parte tenemos el no ser, en la oscuridad y el ser, en la luz. Tal como aparece en la ilustración.

De esta forma se explica como Platón trata de llevar lo pasional a lo racional, tal como Charles Darwin condujo su pasión por las ciencias contribuyendo con un saber racional.