miércoles, 12 de octubre de 2016

Día 4 Los Alpes. El descenso.

Luego de haber pasado cuatro días de ensueño, teníamos que descender donde viven los hombres.
Fueron tres días de descubrimiento, de vivir lo que uno había soñado. Finalmente ascendimos en los tres días los cerros Wilder Pfaff de 3.492 m.s.n.m, Sonnklarspitze de 3.467 m.s.n.m. y el Wilder Freiger con sus 3.413 m.s.n.m. Todos ellos ascendidos desde el Müllerhütte de 3.145 m.s.n.m.

Durante los dos días en que subimos estos cerros, el tiempo nos acompaño haciendo de nuestra experiencia algo inolvidable. Sin embargo el día que bajábamos nos avisaron que se esperaban lluvia a partir de la hora de almuerzo. Según Piere (uno de los asistentes del refugio) bajar le tomaba a él cerca de 5 horas. Entonces si bajábamos temprano teníamos chances de salir secos de aquella experiencia.

Nos levantamos temprano y ordenando nuestras cosas, logramos salir con Vanessa a eso de las 9 AM, adelantándonos a Andres y Flo quienes caminaban más rápido. Pero al poco caminar (40 min desde que habíamos salido) cayó la lluvia sobre nosotros. Justo llegábamos a la parte del sendero rocoso que hizo más difícil y de cuidado el descenso. Esto me preocupo pues hacia el descenso más difícil para Vanessa, quien era más o menos nueva en estas artes.

Mientras bajábamos con sumo cuidado, Flo y Andres nos encontraron a la altura del Teplitzer hütte. Bajamos con infinita paciencia y mojados como “diuca” hasta el auto.
Al final Flo y Andres demoraron las 5 horas del refugio al auto, mientras que Vanessa y yo lo hicimos en largas 9 horas.

Ya llegando al auto nuestra travesía al Müllerhütte terminaba.


Felices de haber conocido a Sonja, Piere y Heidi y de agradecerles por su hospitalidad, solo nos queda recomendar este lugar.   

Día 3 Los Alpes. Sonnklarspitze y Wilder Freiger.

Despertamos temprano después de nuestra primera noche en el Müllerhütte, tomamos desayuno a eso de las 8AM; siendo los últimos en tomar desayuno en el refugio, pues muchos de los otros grupos ya habían partido del refugio.

Andres, Flo y yo salimos del refugio a eso de las 9 am en dirección al Sonnklarspitze de 3.467 m.s.n.m. Nos encordamos pues el glacial tenía algunas grietas cubiertas de nieve. Por otra parte Vanessa nos tuvo que esperar en el refugio mientras subíamos este cerro.
Cruzamos el Glacial en frente del Müllerhütte y siguiendo unas huellas en la nieve, nos acercamos a la roca del filo. Desde aquí debíamos seguir una serie de marcas que nos guiaban hacia arriba. Quizás lo tomamos con relajo en un principio, pero lo aéreo de la vía mas una placa recordatoria de un alpinista muerto ahí, nos dio su cuota de seriedad y así aumento la concentración en nuestra escalada.
Una vez llegamos a la parte superior del filo, tomamos un nevero que nos conducía a la arista cimera. 
Desde aquí ya era visible la cumbre, a la cual llegamos cerca de las 11:30AM.
Disfrutamos de la hermosa vista de esta cumbre y como sabíamos que teníamos planes de subir el Wilder Freiger mas tarde, no quisimos quedarnos mucho rato en la cumbre.

Bajamos por la misma vía al Müllerhütte y desde aquí comimos un poco y  nos reunimos con Vanessa para intentar subir el Wilder Freiger, por vías diferentes.






Yo y Vanessa tomamos rumbo por le glacial hacia el Becherhaus y luego seguiríamos la arista dando una vuelta más larga pero sencilla. Por otro lado Flo, Andres y Sonja salieron desde el Müllerhütte directamente hacia la arista cimera, teniendo esta ruta unos pasos de escalada más aéreos y expuestos.
Es así como empieza a terminar nuestra aventura en los Alpes, siendo el Wilder Freiger con sus 3.413 metros nuestra última cumbre del viaje.

Ya solo nos quedaba bajar al Müllerhütte y secar los zapatos y descansar pensando en descender hasta el auto en Maier al día siguiente.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Día 2 Los Alpes, Teplitzer hütte, Müller hütte y Wilder Pfaff.

Luego de dormir cómodamente en el refugio Teplitzer a 2.586 m.s.n.m.  (http://www.teplitzerhuette.com/), nos levantamos alrededor de las 7am y en tomar desayuno y preparar las mochilas nos demoramos cerca de 1 hora.  Fue así como salimos al frio fuera del refugio a las 8am, con un sol opacado por la gran cantidad de viento.
Partíamos por el sendero recorriendo a ratos peñascos borrascosos, los que en las partes mas expuestas contaban con peldaños y cables tipo vía ferrata. 
Aquí el sendero nos guiaba al refugio Becherhaus (http://www.becherhaus.com/html/becherhome.html ) y al Müllerhütte (http://www.muellerhuette.eu ).
 Para llegar al Müllerhütte se debe cruzar un glacial que es bastante llano y dependiendo de las condiciones se pueda cruzar con o sin crampones. La huella marcada también con banderillas al refugio es bastante directa y no pasa por ninguna grieta de importancia.
Llegamos al refugio cerca de las 12:45, aquí nos encontramos con Heidi (la administradora) quien nos da una grata recepción.
El día se presentaba bonito y de buenas condiciones; asi que aprovechando que llegamos temprano, intentar subir algún cerro cercano. Nos recomendaron ir al esbelto Wilder Pfaff de 3.492 m.s.n.m. y que desde el refugio debería tomarnos mas o menos unas dos horas de ascensión. Para mí se veía más lejano pero no dude en subir. Salimos del refugio en dirección al filo sur-este del Wilder Pfaff cerca de las 13:30, cruzando un tramo del glacial y comenzando a trepar por el filo expuesto, más no difícil (grado II escala UIAA). La roca era buena, parecía que se desmoronaría pero siempre se presentó solida, con agarres preciso dando mas confianza al ascender. En la parte superior hay una pasada expuesta y protegida por cables y peldaños. Sin duda una de las secciones que más impresionaba.
A las 14:44 llegábamos a la cumbre. Aquí nos felicitamos por nuestra primera cima en esta zona (y mi primera en los Alpes).
Debemos haber estado cerca de 15 o 20 minutos en la cumbre, para comenzar a bajar por el mismo filo.

Luego de llegar al Müllerhütte, secamos nuestros zapatos, cenamos y nos preparábamos para digerir todo lo vivido ese día y pensando lo que vendría el día de mañana.

lunes, 3 de octubre de 2016

Día 1 Alpes, Vipiteno, Maiern im Rindnauntal,Teplitzer Hütte

El 6 de agosto partimos desde Nürnberg en dirección a los Alpes.
Era tanto lo que deseaba conocer este cordón montañoso, de saber cómo es su cultura y paisaje; y lo más importante, ver esto con mis propios ojos. Fue así como nos juntamos con Flo y Andres y viajamos con ellos hacia el Müllerhütte (Refugio Müller en  español o Rifugio Cima Libera en italiano) (http://www.muellerhuette.eu).
Primero debíamos cruzar Austria, pasando por Innsbruck hasta llegar a Vipiteno (970 m.s.n.m). Aquí a pesar de estar ya en Italia la gente sigue hablando mayoritariamente alemán, dando su carácter propio a esta región del Tirol.
Quizás sucede algo similar a la región andina que comparte Chile, Perú y Bolivia. En donde a cultura parece estar cortada artificialmente por las fronteras de los países.
Desde Vipiteno o Sterzing (en Alemán) salimos de la autopista y fuimos  a la Ciudad de Stange y luego hasta Maiern a cerca de 1470 m.s.n.m. Justo al final del camino está el museo de minería en Rindnaun Schneeberg   (http://www.bergbaumuseum.it/de/ridnaun/information/index.asp).
Lamentablemente sin tener tiempo para visitar el museo partimos subiendo por el valle hacia el Müllerhütte a eso de las 15:00hrs, con la intención de llegar a este al final en unas 5 o 6 horas de marcha. Sin embargo al poco andar nos dimos cuenta que yo con Vanessa iríamos caminando más lento.


A medida que subíamos admirábamos el paisaje y algunos animales como Salamandras y cabras salvajes de los Alpes. Cruzamos algunos pequeños riachuelos y siguiendo un sendero muy marcado que nos daba la seguridad de no perder el rumbo. Fue así como Flo y Andres se adelantaron y llegando a eso de las 18:00hrs al Refugio de Teplitzer a 2.586 m.s.n.m. (http://www.teplitzerhuette.com/). A penas llegaron nos reservaron en forma espontanea alojamiento. 
Es normal reservar las estadías en los refugios antes de llegar a modo de contar con un cupo con seguridad en este.
Con Vanessa íbamos a nuestro ritmo un poco más lento que Flo y Andres, pero el sendero estaba en perfectas condiciones y poseía buenas marcas (rojo con blanco) durante todo el trayecto. Normalmente en todas las intersecciones con otros senderos también había letreros que indicaban la dirección de cada uno.
Cuando llegamos al refugio Vendretta Piana a 2.254 m.s.n.m. Nos encontramos con Andres, quien nos esperaba para avisarnos que nos quedaríamos en el refugio Teplitzer y que al otro día seguiríamos camino al Müllerhütte. Aquellas eran excelente noticias, pues conoceríamos otro refugio y a su vez nos quedaba poco para llegar.


Finalmente con Vanessa llegamos cerca de las 20:00hrs (5 horas de marcha y cerca de 1.116 metros de desnivel), mas tarde de lo presupuestado ya que partimos tarde producto del tráfico. Pero llegar al refugio fue un sueño y agrado en sí mismo. Ya que veníamos con frio y cansados y llegamos justo a la hora de la cena, en donde nos esperaban con comida caliente y una cálida atmosfera montañera dentro del comedor. 

viernes, 30 de septiembre de 2016

Escocia, Día 7. “ultimo día” EDINBURGH –EDIMBURGO!!!!!!!

Salimos temprano desde Dunfermline con la intención de aprovechar al máximo el día en la ciudad de Edinburgh. Vanessa había reservado un Hostal el primer día que llegamos a Escocia, por lo que pudimos dejar nuestro equipaje ahí temprano y comenzar a disfrutar de la ciudad.
Comenzamos visitando el Parlamento Escocés, el cual no es muy grande pero les da cierta autonomía como región en algunas áreas.  Pero en lo principal estaba bajo el alero de Londres.
En el parlamento vimos una exhibición fotográfica de Harry Benson sobre E.E.U.U.  La exposición era excelente y la calidad de las fotos de nivel mundial, fue una grata sorpresa encontrarse con esta.

Desde aquí fuimos subiendo por The Royal Mile y luego la High St. En dirección al castillo de Edinburgh. Estas calles estaban parcialmente cerradas debido al festival cultural Fringe (https://www.edfringe.com). Aquí logramos ver con Vanessa Magos, Cantantes, Mimos, y otros tipos de shows callejeros. Sin duda daba para estar todo el día pues cada montaje invitaba a permanecer unos minutos atentos a él.
Llegamos luego a la Camera Obscura. Famosa atracción de ilusiones ópticas, en donde incluso había un cartel en donde si uno no quedaba satisfecho con el show, te devolvían tu dinero. Le consulto al encargado sobre si era real este anuncio, el mismo me indico que solo dos personas dentro de miles habían salido insatisfechos de este lugar. Esto me dio mas confianza para entrar.
Dentro tenían distintas atracciones muy novedosas, entre las que más nos gusto fue un túnel giratorio, la cámara térmica, los juegos de ingenio, las ilusiones de espejos, la fotografía de sombra, el laberinto de espejo, etc.
Sin duda fue una buena visita y salimos más que emocionados de ella.
Ya quedando los últimos minutos en la tarde, paseamos de noche por la calles de Edinburgh. Comimos nuestro últimos Kebab de aquí y miramos con nostalgia todo lo bien que lo pasamos en este país. Nunca pensé encontrar tantas cosas buenas en un viaje, así que no me queda más que agradecerle a Vanessa por la gran idea de venir a Escocia.

Ya en la mañana del 23 de agosto teníamos que ir temprano al aeropuerto para viajar a París. Alcanzamos a dar una vuelta por el centro nuevo con esa sensación de tener que partir sin querer hacerlo.

Por último y para cerrar esta serie de relatos, esta una de las pocas fotos de los protagonistas de este viaje. Esto fue en el monumento  de William Wallace en Stirling.

Espero que alguna vez se animen a viajar a Escocia y si necesitan algún dato o información siempre estaremos felices de colaborar.


Las fotos son de cortesía de Vanessa Valenzuela.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Escocia, Día 6. Castillo de Stirling, Doune y Campbell, Monumento Nacional de William Wallace.

Salimos temprano camino a Stirling llegando ahí a eso de las 9:00AM. Entramos rápidamente antes de encontrarnos con grandes aglomeraciones de visitantes que ya veíamos venir.
Este castillo pose mucha importancia dentro de la historia de Escocia. Ya sea por ser el lugar de los hechos donde Escocia lucho por su independencia varias veces. Destacándose los nombres de William Wallace y Robert Bruce. Aunque si creen que las cosas ocurrieron como lo muestra la película “Corazón Valiente”, deben tener presente que no fue tan así, y que esta película básicamente está basada en relatos románticos y no fidedignos de la realidad.
Esta parte del viaje fue un verdadero manjar para nosotros, pues ya venía con la experiencia de los días posteriores visitando distintos lugares históricos, por lo que llegar finalmente a este Castillo tuvo un sabor especial.
La entrada al castillo está dominada por la estatua de Robert Bruce, quien diría históricamente tuvo mayor relevancia que William Wallace en la búsqueda de la independencia de Escocia.
Este castillo cuenta con una sección interactiva, que enseña cómo era por ejemplo el tráfico de mercancías de la época antigua, así como la vestimenta.

Saliendo desde el castillo con la sensación de haber cumplido nuestro cometido, seguimos en dirección al conocido castillo de Doune.

Este castillo cuya carcasa esta en bastante buen estado, hace que sea usado como escenario para películas y series como  Game of Thrones, Outlander y  Monty Phyton.
Se nos hacía muy sencillo ir de un lugar a otro gracias al GPS y finalmente teniendo como única limitante el tiempo. Creo que esta sensación de ir literalmente contra el tiempo tiende a influir directamente con la profundidad e intensidad con que uno realiza cada visita.

Dentro de nuestra espontaneidad cuando íbamos manejando hacia otro castillo, sentía tanto sueño  al igual que Vanessa ya iba prácticamente durmiendo al lado mío. Fue que seguí unos carteles que decían algo de Wallace. Siguiendo estos fue como llegamos al Monumento Nacional de William Wallace.
Nos estacionamos y comenzamos a subir por el cerro en donde estaba el monumento. Al llegar arriba nos encontramos con una representación histórica de lo que era la lucha entre escoceses e ingleses. Destacando la rebeldía de hombres como Wallace frente al dominio Ingles.

Aquí pagamos para poder ingresar al monumento en donde tenía como principal atractivo la exhibición de la espada de William Wallace. La historia sobre la espada cuenta que una vez que a William Wallace lo apresaron con la ayuda de algunos nobles escoceses, esta espada quedo en el lugar de su prisión, mientras que el fue llevado a Londres donde terminaría siendo sacrificado.
Además este monumento tiene una vista privilegiada sobre la ciudad de Stirling. Siendo un buen punto para entender como fue la conocida batalla de Stirling.
Una de las secciones del monumento también está dedicada a distintos personajes que en tiempo modernos enorgullecen a Escocia. Me refiero a hombres como Robert the Bruce, Adam Smith, James Watt, John Knox, etc.

Después de salir del monumento de William Wallace, nos dirigimos a la ciudad de Dollar, en búsqueda del Castillo Campbell.
Este castillo enclavado justo en lo alto de una quebrada y con un camino en muy mal estado, nos pedía llegar a él a pie. Bajamos del auto y tuvimos que correr colina arriba pues a las 17:30 hrs cerraban el castillo.
Alcanzamos a llegar a eso de las 17:20 hrs y fuimos los últimos visitantes en entrar. Dimos una vuelta por los distintos salones llegando hasta la parte superior del castillo para apreciar la vista de la ciudad de Dollar y el resto del valle escocés que se presentaba ante nuestros ojos.
Luego de visitar el castillo bajamos por el rió que marcaba el centro de la quebrada. Entregándonos esos sonidos naturales tan hermosos y que a veces nos parecen de mentira.

Desde aquí salimos en dirección a Dunfermline para pasar la última noche antes de volver a Edinburgh.

Las fotos son de cortesía de Vanessa Valenzuela.

martes, 27 de septiembre de 2016

Escocia, Día 5. Fairy Pools, Fort William, Glencoe.

Nos levantamos temprano a eso de las 7:30AM. Para ir a ver las conocidas cascadas y tazas denominadas Fairy Pools. Caminamos por un sendero muy bien marcado con el aire fresco de la mañana y con las montañas de Cuillin de fondo. Haciendo de la vista un paisaje encantado.
Recorremos este arroyo para llegar al sector de pozas y pequeñas caídas de aguas, en donde se ven distintas formas de cómo el agua ha erosionado la roca por la cual transcurre. A esto le sumamos cambios de colores los que si se acompañasen de una puesta de sol, podríamos ver un gran escenario.
Fairy Pools sería nuestra última visita en la Isla de Skye. Desde aquí partimos hacia Fort Williams.
Es algo raro llegar a Fort William, teniendo en cuenta que es una ciudad relativamente grande. Como ya estábamos acostumbrado a pasar por pequeñas ciudades,  estar aquí nos genera una extraña sensación de pequeñez.
Esta ciudad posee un comercio muy activo, la cual es conocida como la ciudad de deportes Outdoors de Escocia. Cerca de aquí existen varios centros de esquíes y muros de escalada. Existiendo incluso un muros de escalada en hielo indoor.
Desde esta ciudad es posible ver el cerro más alto de Escocia y del reino unido, el cerro Ben Nevis de tan solo 1.345 m.s.n.m.


Aquí visitamos el museo de Fort William la ciudad que posee la entrada liberada y que explica muy bien los distintos hechos históricos por lo que ha pasado esta región.
Seguimos en dirección a Glencoe, lugar también conocido por sus montañas y desde donde se pueden ver hermosos cordones de cerros.  Este lugar es particularmente recordado por nosotros por la gran cantidad de mosquitos que encontramos. Podría decir que es el lugar con mayor cantidad de mosquitos que he visto en mi vida.
La sensación de esta nube de mosquitos a nuestro alrededor era detestable e incomodo a más no poder. Creo que con Vanessa llegamos a tener problemas casi psicológicos por al menos un par de días después, en donde ya sin haber mosquitos aun los sentíamos sobre nosotros. Además dejarnos muchas picaduras las que nos acompañaron por lo menos una semana después de pasar por este sector.
Sin duda esta anécdota es la más recordada por nosotros.

Luego del ataque de mosquitos que sufrimos, el hermoso paisaje por el que pasamos fue difícil de disfrutar, pues aun en el auto tuvimos mosquitos durante varios minutos a pesar de viajar con todos los vidrios abajo. Sencillamente es terrible recordarlo.

Nos quedamos camino a Stirling, lugar que visitaríamos al siguiente día.

Las fotos son de cortesía de Vanessa Valenzuela.

Escocia, Día 4. Isla Skye, Castillo Eilean Donan, The Storr y Kilt Rock.

Después de alojar en Gairloch, continuamos nuestro viaje al sur en dirección a los pueblos de Torridon y de Shieldaig. Desde donde preferimos tomar la ruta más larga pero bonita hacia la isla de Skye. En realidad bordeamos todo la ribera enfrente de la isla Skye pasando por Applecross.
Los paisajes durante este trayecto son sublimes y nos dan la impresión de estar dentro de un mundo fantástico. Casi como si no fuésemos a encontrar con algún personaje de El Señor de los Anillos o de Game of Throne.
El matorral rastrero hace ver claramente las formas del relieve y este acompañado de todos los pequeños lagos y senos nos generan una fascinación absoluta.

Seguimos dirección al conocido Castillo de Eilean Donan. Este castillo es conocido por encontrarse en una pequeña isla. En su ubicación también radica la importancia del mismo. En un principio yo desconocía este Castillo pero al verlo y ver aquel puente que lo une actualmente con Escocia, no hace más que embellecer el paisaje. Haciendo de este castillo un punto recurrente de filmaciones, documentales, película y series.
Al verlo, destaca su estructura, haciéndose notar su relativa nueva reconstrucción de principios del siglo XX.
Desde este castillo viajamos hacia Kyle of Lochalsh para cruzar el puente de Skye y así ir a la isla del mismo nombre.
En la conocida isla de Skye existen panoramas por lo menos para quedarse una semana. Lamentablemente y como fue constante en nuestro viaje el tiempo jugaba en contra nuestra. Teníamos casi un día para visitarla, por lo que preferimos ver la conocida formación llamada The Storr. 
Esta se ubica al noreste de la isla y al llegar aquí quedamos maravillados con la vista de las rocas, los lagos y el horizonte con islas a lo lejos; me dejan al menos por unos minutos en silencio (Vanessa es testigo de esto aun que quizás no lo recuerde :)).
La formaciones rocosas son una tentación para cualquier escalador, aun que para poder verlas de cerca se debe caminar un poco desde el camino.

Luego por la misma costa oeste y un poco más al norte esta Kilt Rock. Un mirador privilegiado con una cascada a su lado y con vista a los acantilados clásico del reino unido. Al mirar por la baranda y asomarme un poco al borde, me dan ganas de bajar con rapel para explorar las paredes. Aun que lamentablemente no tengo el equipo técnico y el día con lluvia solo nos deja estar aquí un instante y nos hace volver rápidamente al auto estacionado cerca antes de empaparnos.
 Tomamos el auto y continuamos a pasar la noche cerca de Fairy Pools, la cual veríamos al otro día temprano antes de despedirnos de la isla Skye.

Las fotos son de cortesía de Vanessa Valenzuela.

martes, 20 de septiembre de 2016

Escocia, Día 3. Loch Ness, Urquhart Castle, Inverewe Gardens, Gairloch.

Después de pasarlo increíblemente bien en Pitlochry y cuando pensábamos que no podía ser mejor la vida, llegamos a Inverness para luego seguir al mítico Lago Ness (Loch ness).


Este fascinante lugar siempre llamo mi atención por las historias de Nessie  y por lo lejos que estaba de Chile. Es un hecho que si alguien aquí dice que fue a Escocia te preguntan; Ohhh hermano y vistes el monstro?  Shaaa no pasa nada, nunca salió a tomar sol (ejemplo de clásica conversación de pasillo).

En el Lago Ness visitamos el Castillo de Urquhart, donde vimos un vídeo sobre la historia del castillo que fue más que interesante, por un segundo me sentí como en Jurassic  Park. 


Fue una suerte llegar de los primeros al castillos, ya que era tan agradable visitar las ruinas del castillo con tan poca gente, al igual que fue ver el Castillo de Elcho o el de Huntingtower. Pero para nuestra mala suerte, este castillo es muy codiciado por los turistas y ya transcurridos unos 30 minutos la aglomeración se hizo evidente. Sobre todo cuando tratamos de subir a la torre en donde debíamos hacer fila para subir y bajar por la angosta escalerilla.
Aquí Vanessa cumple su sueño de ver de cerca a un escocés. Aun que para ser honestos, si tuviese que pelear contra él me haría unas hawaianas, con diseño escocés por supuesto.


Este castillo era uno de los más importantes de la zona. Su posición estratégica lo hacia vital tanto para los que lo tenían en su poder, como los que le querían conquistar.  Incluso existe una réplica de catapulta como las que se usaron en las batallas de aquellos años.


Luego tomando rumbo al oeste fuimos a Inverewe Gardens, uno de los jardines botánicos mas nórdicos del mundo. Este se encuentra ubicado muy cerca de Gairloch. Sin duda su propaganda es mejor que la realidad, ya que a mí y a Vanessa nos dejo con gusto a poco. Siendo destacable la parte de hortalizas y arboles frutales. Ya que no todos los días se ve tantas variedades de hortalizas juntas.


Esta área de norte de Escocia es conocida como las Tierras Altas (Highlands). Es de esta zona donde provienen los míticos Highlanders.  Esto acompañado de que el paisaje cambiaba drásticamente al estilo montañoso, hacia de esta parte algo inolvidable.



Durante todos estos trayectos la carretera era de solo un carril, habiendo lugares específicos para adelantar (Passing place). Esto generaba una conducción con un grado más de atención que lo normal.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Escocia. Dia 2, Castillos de Elcho, Huntingtower, Scone palace, Stanley Mills y Pitlochry

Saliendo desde St Andrews, nos quedamos cerca de Newburgh; a escazas millas de Perth.  Fue así como salimos de la región de Fife y entramos a Perthshire.
Según lo acordado el día anterior visitaríamos el castillo de Elcho, el cual era nuestro segundo castillo por visitar después de haber estado en el castillo de Edinburgh. Esta visita fue fantástica para mí, este castillo estaba casi vacío de visitantes y además de hacer más agradable esto; converse con la encargada de los ticket. Ella me recomendó comprar un ticket global por  £ 30 y con él, podríamos visitar 3 días cualquier castillo que estuviese en el convenio, dentro de los próximos 5 días hábiles. Por eso haciendo un cálculo rápido, de lo que queríamos ver y nuestro tiempo nos resulto conveniente. Se debe tener en cuenta que la entrada a un castillo conocido como Stirling o Edinburgh cuestan por si solo  £15, y además teníamos entradas para ingresar a varios otros castillos cuyas entradas oscilaban cerca de los £8.


Visitando el castillo de Elcho se puede tener una idea de cómo vivían los nobles,  personas adinerados de aquellos días. Bellos detalles en sus recamaras y adornos demostraba la clase que eran.

Luego de una hora de visitar este castillo, nos dirigimos al castillo de Huntingtower. Cuya estructura estaba bien preservada y a pesar de que este castillo fue construido en dos etapas distintas, ambas se combinada de forma natural. Este castillo también tenía pocas visitas, incluso la encargada de este, nos comentaba que éramos al menos los primeros chilenos de esta temporada 2016. A este castillo ingresamos con el mismo ticket global que habíamos comprado ese mismo día en la mañana en el castillo de Elcho.

Luego rápidamente dimos una vuelta a la ciudad natal de Ewan McGregor, Perth. En donde también destaca la figura de  John Knox.


Saliendo de Perth, pasamos por el Scone Palace. En donde su majestuosa entrada solo nos adelantaba de los hermosos alrededores que posee y que nos remonta épocas en donde los palacios reinaban en Escocia.    

Luego fuimos  Stanley Mills, antigua fábrica de lana que tenia la particularidad que estaba situada a un costado del rio Tay, usaba la fuerza del agua para hacer funcionar sus maquinarias.  Este lugar representa en muchos aspectos lo que la revolución industrial significa (grandes maquinas, trabajadores hacinados, menores de edad trabajando, dependencia de la industria, etc).

Finalmente nuestro día, finaliza en la pintoresca ciudad de Pitlochry. Ciudad conocida por su festival de teatro y por la hidroeléctrica cercana a ella. Esta ciudad nos gusto mucho.  Aun que básicamente era una sola calle central, su arquitectura invitaba a quedarse más tiempo.



Fue aquí donde por primera vez probamos los Fish and Chips. Plano que nos repetiríamos varias veces más tarde.